Alfaro y Velarde son
dos inspectores de policía, cada uno con sus problemas, que tienen que
investigar unos casos de asesinato en Madrid en el año 2011. Estos asesinatos
coinciden con la visita del Papa a la ciudad y tienen que encontrar al asesino
rápido y de forma clandestina, sin levantar revuelo.
Roberto Álamo es el
inspector Alfaro, una persona echada para adelante, quizás demasiado, con
problemas de comportamiento social respecto a violencia. El inspector Velarde,
protagonizado por Antonio de la Torre, es un inspector con problemas de
comunicación a causa de su tartamudez. Los dos actores bordan el papel que
interpretan, Antonio de la Torre como siempre, pero sobre todo Roberto Álamo,
al que estamos poco acostumbrados a ver en este tipo de papeles. Los dos
personajes se complementan perfectamente, Alfaro complementa a Velarde a la
hora de comunicación y aunque parezca que no están muy unidos, les une algo, un
lazo invisible que se ve más claro conforme pasa la investigación.
Cuando conocí esta
película, pese a ser ganadora de un Goya no me intereso, pensé que era una
película más que trataba el tema de un asesino en serie y no estaba lejos de la
realidad; es una película que trata sobre lo dicho, pero también trata de dos
inspectores, de sus vidas y de sus limitaciones sociales. Trata sobre como a
veces a la policía no le interesa que algún tema no se sepa y hace más difícil
las investigaciones.
No se me ha hecho
larga, me ha tenido intrigada en todo momento y las actuaciones de los actores
me han enganchado y metido en la historia desde el comienzo hasta el final.
Cierto es que hay
algunas desconexiones a lo largo de la historia que te dejan confusa, por
ejemplo la retoma de la relación de amor del inspector Velarde con la mujer de
la limpieza, o como transcurren tres años desde el último asesinato hasta que
Velarde encuentra al asesino y no nos cuentan cómo consiguió cazarlo. Otra
desconexión es el final… ese final que termina como tú quieras que termine, en
tu imaginación.
En resumen, una
película para disfrutar, esperando grandes interpretaciones, pero sin esperar
una gran historia. Recomendable al 80 por ciento.
LO MEJOR: Las interpretaciones de Antonio de la Torre y
de Roberto Álamo.
LO PEOR: Para mi gusto falta un poco de explicación en algunas de
las partes de las historias… pero nada sumamente importante.
ALGUNAS PERLAS: “La inteligencia es un proceso
cíclico. Cuando te pasas de listo vuelves a empezar a ser tonto”.
LOGROS: Premio Goya 2016 al Mejor Actor a Roberto Álamo. Premio al Mejor Guion en el Festival de San Sebastián 2016. Premio Feroz 2016 al Mejor Actor a Roberto Álamo.
DIRECTOR: Rodrigo
Sorogoyen.
REPARTO: Antonio
de la Torre, Roberto Álamo, Luis Zahera, Raúl Prieto, Javier Pereira, María
Ballesteros…
AÑO: 2016.